martes, 8 de mayo de 2007

Gran invento español


Me toca ir a cubrir un acto aniversario de ésos que para la mayoría de la gente tienen menos importancia que el Día de la Declaración de Toretta, apellido que, a mi juicio, es el que mejor suena cuando decimos Fulano, Zutano o Montoto. Estaba lleno de yo soy importante, al lado de otros yo soy más importante todavía. A uno de éstos se le ocurre que hay que formar un círculo, tomarse de la mano y cantar el Himno a la Alegría celebrando la fraternidad de todo el mundo, con la ayuda del director del coro que cantaba sin música. Yo le esquivé sin disimulo a una mina que ya me estaba agarrando la mano, pero le sonreí para no dejarla pagando ni ser mala gente, le dije que estaba trabajando. Si bien estábamos en un Castillo (en un Castillo, sí, en Burgos), éstos del círculo lo hicieron tan grande que me arrinconaron contra la consola de los sonidistas, quienes se meaban de la risa con la escena del Himno y todos de la mano moviéndose con un pasito hacia los costados, que viene que va, y que lindo que los hombres volverán a ser hermanos. No digo que esté mal, claro, pero el círculo de la amistad con el planeta era más falso que moneda de dos pesos. En todo caso, yo elegía de hermanos a los sonidistas, porque entre los tres nos empezamos a cagar de risa a mandíbula batiente, para usar una expresión que ya no se usa y con razón, viendo lo anticuada que suena. Se pasa al brindis y yo le pregunto al director del coro cómo se llama, me responde con un desorbitado aire de me estoy dando altura pero se me nota que no da, para caer bruscamente desde tal altura cinco segundos más tarde al preguntarme ¿A ver si lo escribiste bien?, pero quién sabe si no es sólo un buen tipo y cantante que no ha tenido suerte en la vida y punto, lo cual ya es triste, así que no digo más nada para no ser injusto, aunque me rompió las bolas que se me haga el importante cuando yo simplemente le pregunté, ni me hacía el estrella ni nada.

Acá en España tienen una palabra muy buena para los verseros estos (los primeros, al cantante del coro lo indultamos de momento): Cantamañanas. Me parece buenísima. Es una combinación entre tilingo, versero y sospechoso, sólo sospechoso, de tránsfuga. En el diario siempre se escucha: “Éste es un cantamañanas”, y entiendo que hay que andarse con cuidado y mejor hacer amistad con el sonidista.

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