Una idea me quedó grabada una vez. Había tocado Charly García en Villa María en el Club Ameghino. Creo fue en el verano de 1998. Charly venía en una de esas temporadas muy limado y se ve que le pareció buena idea meterse a tocar en una cancha de básquet con techo de chapa. Bueno, el recital fue cualquiera. Empezó como dos horas tarde porque no probaba sonido. Hubiera dado lo mismo, porque después lo único que se escuchaba era una pelota de ruido. Vaya uno a saber a qué listo se le ocurrió llenar la cancha con esas sillas de chapa que hay en todos los clubes de bochas. La gente, mucho más ubicada, se dedicó a sacarlas con una improvisada cadena de manos comunitaria. Hacía un calor de locos adentro. Entre el humo de los puchos y el sudor a culo no se podía respirar. Como sorpresa apareció Mercedes Sosa, pero a la segunda canción con ella se fue un poco tambaleando, supongo que la afectó el calor. Pero todo eso a mí me parecía lo normal.
Al otro día fui a la casa de los Gornic a saludar a la familia reunida y me puse a hablar con el Chelo del recital, porque ya nos habíamos visto en el Ameghino. Me pregunta: “Y, ¿qué te pareció Charly?”. Al mismo tiempo respondimos “Un desastre” (él) y “Espectacular” (yo). Me quedé sorprendido, ¿cómo que un desastre si estuvo espectacular? Y le dije que había cantado bastantes canciones, que estaba mejor (es que venía muy pero muy pirucho en esos días) y además hasta había terminado el recital. Me parecía mucho. Me responde que había visto a Charly muchas veces en los 80, cuando tocaba en La Falda y en Córdoba. Y que no se podía comparar. “Sí, está bien, Charly estaba más recuperado, pero andá a ver un recital del Flaco Spinetta o de Andrés Calamaro: le pasan el trapo”, me dice. Me di cuenta que tenía razón, de que yo había llegado tarde a algo. Pasa siempre en todo. Llegamos en algún momento, que no es tarde ni temprano, pero que a veces nos parece tarde o temprano.
Por si alguno no lo ataja, el video no es del recital de Villa María. Es la presentación de Clics Modernos. Luna Park, 1983. Es impresionante: se le entiende lo que dice.
Aylan
Hace 8 años.