domingo, 9 de noviembre de 2008

La crisis del ladrillo


La semana pasada estaba mirando un poco las fotos que llegan por agencias sobre la victoria de Luisito Hamilton en la Fórmula 1 y en una apareció, limpito, un clásico grabador para grabarle lo que tuviera que decir la novia de Hamilton, que en la foto no está con su mejor cara.
Yo tengo un grabador del mismo tipo que me compré cuando todavía era estudiante, en el año 99. Usé muchísimos más, pero el mío fue siempre el mismo, no tengo otro. Con todos los cacharros digitales que fueron apareciendo después, el grabador con el cassette de toda la vida pasó a la categoría de “ladrillo“. En este trabajo cada vez menos gente los usa. Los más nuevos tienen mejor calidad de sonido, las pilas no te dejan a pata, y podés grabar horas y horas enteras. Los de la radio, por ejemplo, usan otros que en las ruedas de prensa conectan directamente a las salidas de audio, para luego poder salir al aire sin ruido de fondo. En fin, que andar con los ladrillos es casi prehistórico, y más de un becario o becaria te mira raro cuando te ven con eso. Pero a pesar de sus desventajas, yo lo sigo usando porque para mí no hay ningún digital que tenga una botonera de adelantar/retroceder como el de cassette. A la hora de desgrabar sigue siendo el mejor. Y además no tengo otro.
Ya casi no se ven, pero ahí se lo encajaron a la novia de Hamilton. Sí señor. Uno se imagina que en esto de la F-1 está todo el chetaje y los periodistas usan lo más de lo más. No, ahí estaba el ladrillo de siempre.

2 comentarios:

  1. yo también sigo usando el mismo, ademas tambien tiene radio y por ahi edito de manera casera, no se si la tecnologia avanzada reemplaza a los sentimientos que le damos a los objetos.
    Saludos Tato!!

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  2. Vo si que so un crá, papá!

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