Eh, loco, ¿qué tirá?

Nos cascotean el rancho. Esta mañana el frente del edificio del periódico apareció acribillado a piedrazos. Por lo menos 10 tiraron. Y no eran piedras de gomera, eh, eran unos cacho cascotes enormes. Es que algunas noticias no dejaron bien parados a los chicos malos de Burgos, y bue, se ofendieron. Yo siempre charlo un poco con los guardias del edificio, que no son patovicas ni nada por el estilo, son simplemente laburantes que aguantan despiertos toda la noche. “Aquí no pasa nada, hasta que pasa”, me decía uno de ellos justo hace un par de días. Por suerte los vidrios son de esos muy gruesos, que si no los cascotes le hubieran dado en el balero al guardia. Uno de los piedrazos quedó incrustado en el vidrio. La verdad que quedó muy bien, parecía una de esas obras de arte ultra moderno.